Dolor exterior de rodilla: qué es, causas, síntomas y tratamiento
El dolor en la parte externa de la rodilla es un síntoma muy común, que puede deberse a varias afecciones.
Las causas del dolor externo de rodilla son: artrosis de rodilla, lesiones del ligamento colateral lateral, lesiones del menisco lateral, artritis reumatoide, síndrome de la banda iliotibial y contusiones de la rodilla medial.
La rodilla: un breve recuerdo de su anatomía
La rodilla es la articulación sinovial más importante del cuerpo humano, situada entre el fémur (arriba), la tibia (abajo) y la rótula (delante). Su anatomía es bastante compleja e incluye:
- El cartílago articular, que recubre la superficie inferior del fémur, la cara interna de la rótula y la mitad de la superficie superior de la tibia, protegiendo a todos estos huesos del roce entre ellos;
- La membrana sinovial, que recubre la articulación desde el interior y produce líquido sinovial, un fluido con acción lubricante para todas las estructuras internas de la rodilla;
- Los ligamentos colaterales, los ligamentos cruzados y el tendón rotuliano, que juntos proporcionan la estabilidad de la articulación y la alineación adecuada entre el fémur y la tibia;
- Las bursas sinoviales, que son pequeños sacos de membrana sinovial llenos de un líquido lubricante muy similar al líquido sinovial;
- El menisco interno (o menisco medial) y el menisco externo (o menisco lateral), que son almohadillas cartilaginosas con función amortiguadora y antifricción, situadas a ambos lados de la superficie superior de la tibia.
Gracias a su posición estratégica y a su particular anatomía, la rodilla desempeña un papel fundamental para soportar el peso del cuerpo y permitir los movimientos de extensión y flexión de la pierna, durante una marcha, una carrera, un salto, etc.
¿Qué es el dolor de rodilla externo?
«Dolor de rodilla externo» es la expresión para designar la sensación de dolor que se siente en la parte exterior de la rodilla o, si lo prefieres, en la parte de la rodilla que mira hacia fuera. En el lenguaje anatómico, el lado exterior de la rodilla corresponde a la parte delantera lateral de la rodilla, donde el término «lateral» significa alejado del plano sagital.
A la luz de esto, la definición más correcta de dolor externo de rodilla es dolor lateral de rodilla o dolor de rodilla en la localización lateral. Sin embargo, aunque en la jerga, el término «dolor externo de rodilla» es el que mejor describe el dolor al que se refiere y el que más fácilmente interpreta el lector no especializado.
El plano sagital es el eje anteroposterior que separa simétricamente el cuerpo humano en dos partes, dando lugar a una mitad derecha y otra izquierda.
Epidemiología. ¿Quiénes son los que más sufren el dolor externo de rodilla?
El dolor externo de rodilla es un síntoma común, que puede afectar a personas de todas las edades, pero que afecta principalmente:
- Los que practican deportes en los que hay cambios de dirección mientras corren, saltan, brincan, etc. (por tanto, fútbol, rugby, baloncesto, etc.).
- Los ancianos.
Causas
El dolor externo de rodilla es un síntoma que, en adultos y ancianos, tiene las causas más comunes:
- Artrosis de rodilla.
- Lesiones del ligamento colateral lateral.
- Lesiones del menisco lateral.
- Artritis reumatoide.
- Síndrome de la banda iliotibial.
- Contusiones en la parte medial de la rodilla sin daños en los componentes articulares.
Artrosis de rodilla
También conocida como gonartrosis, la artrosis de rodilla es la inflamación crónica de la rodilla que resulta de la degeneración del cartílago articular presente en el fémur y/o la tibia.
Por desgracia, la artrosis de rodilla es una enfermedad irreversible y progresiva; produce lesiones en el cartílago articular de la rodilla que son imposibles de recuperar y tienden a empeorar con el tiempo.
Hay varios factores que favorecen la aparición de la artrosis de rodilla, entre ellos: la predisposición familiar al problema, la edad avanzada, la obesidad y los antecedentes de lesiones de rodilla (sobre todo en los meniscos y el ligamento cruzado anterior).
La artrosis de rodilla provoca dolor en la parte externa de la rodilla cuando su acción degenerativa afecta principalmente a la parte lateral del cartílago articular de la rodilla.
Lesiones del ligamento colateral lateral
El ligamento colateral lateral, o ligamento colateral externo, es el ligamento de la rodilla situado en el lado externo de la articulación, que se origina en el llamado epicóndilo lateral del fémur y termina en la llamada cabeza del peroné.
Las lesiones del ligamento colateral lateral consisten en esguinces o, en el peor de los casos, desgarros del tejido conjuntivo-fibroso del ligamento en cuestión.
Por regla general, los esguinces y las roturas del ligamento colateral lateral son el resultado de una torcedura de la rodilla tras un traumatismo repentino y brusco (caída fuerte, torsión anormal, etc.).
El dolor en la parte externa de la rodilla debido a una lesión del ligamento colateral lateral se localiza en el segmento anatómico por el que pasa este ligamento.
En medicina, el término «esguince» indica una lesión del aparato locomotor, que se caracteriza por una alteración temporal de las relaciones anatómicas dentro de una articulación y el consiguiente daño, más o menos profundo, de uno o varios componentes articulares.
Lesiones del menisco lateral
El menisco lateral, o menisco externo, es la capa circular de cartílago fibroso situada en la cara lateral de la superficie superior de la tibia que sirve principalmente para absorber los impactos de la articulación.
Las lesiones del menisco lateral consisten en, desgarros y roturas de la capa de cartílago fibroso. En la mayoría de los casos, las lesiones de menisco lateral son el resultado de un esguince de rodilla tras un acontecimiento traumático repentino y brusco; más raramente, son el resultado de un esfuerzo inadecuado y repetido de la articulación, que, a largo plazo, es perjudicial para el menisco lateral.
El dolor externo de rodilla debido a una lesión del menisco lateral se localiza justo debajo y fuera de la rótula.
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones sinoviales, que se dirige principalmente a la membrana sinovial y, con el tiempo, provoca la alteración de la cápsula articular, los ligamentos y el cartílago articular.
La artritis reumatoide es una afección médica que se origina por un mal funcionamiento del sistema inmunitario, lo que justifica su inclusión en la lista de enfermedades autoinmunes.
La causa exacta de la artritis reumatoide es incierta; sin embargo, es un hecho que factores como ser mujer, tener más de 40 años, fumar cigarrillos y haber estado en contacto con determinados patógenos, como el virus del herpes o el virus de Epstein Barr, contribuyen a la aparición de la enfermedad.
Síndrome de la Banda Ileo-Tibial
También conocido como «rodilla de corredor», el síndrome de la banda iliotibial es la afección resultante de la inflamación de la banda de tejido fibroso situada a lo largo de la parte exterior del muslo que básicamente va desde la cadera (cresta ilíaca) hasta la parte situada justo debajo de la rodilla (cóndilo lateral de la tibia).
El síndrome de la banda iliotibial es una patología de sobrecarga funcional, es decir, es el resultado de la repetición continua de un movimiento que tensiona indebidamente la banda de tejido fibroso descrita anteriormente (que es entonces la banda iliotibial).
Contusiones en la rodilla en asiento lateral
Las contusiones laterales de rodilla son lesiones en la parte externa de la rodilla que no comprometen la integridad de las estructuras articulares, pero que siguen siendo responsables del dolor. Normalmente, las caídas o los golpes involuntarios que afectan directamente a la cara externa de la articulación son el origen de las contusiones externas de rodilla.
El dolor en la parte externa de la rodilla tras una contusión es, en la mayoría de los casos, una condición de importancia clínica leve.
Síntomas y complicaciones
El dolor externo de rodilla casi siempre se produce en asociación con otros síntomas; la sintomatología asociada al dolor externo de rodilla depende de la causa subyacente y puede incluir manifestaciones como
- Rigidez articular.
- Reducción de la movilidad de la rodilla.
- Hinchazón de la rodilla (rodilla hinchada).
- Inestabilidad de la rodilla (rodilla inestable).
- Emisión de crujidos o chasquidos de la rodilla con cada movimiento.
- Enrojecimiento y sensación de calor a nivel de la rodilla.
- Formación de osteofitos dentro de la articulación.
- Atrofia de los músculos del muslo.
Complicaciones
Si la causa es una afección clínicamente relevante, como la artrosis de rodilla, o si el tratamiento de la causa subyacente es inadecuado, el dolor externo de rodilla puede convertirse en un síntoma crónico, que afecta al paciente incluso durante las actividades diarias más mundanas (por ejemplo, subir escaleras o entrar y salir del coche).
¿Cuándo debes ir al médico?
El dolor en la parte externa de la rodilla es un síntoma que debe preocupar y llevar a la persona afectada a consultar a un médico, cuando:
- Lleva varios días en marcha.
- A pesar del reposo y la aplicación de hielo, persiste y no muestra signos de mejora.
- Es el resultado de un esguince de rodilla.
- Se asocia a varios otros síntomas (por ejemplo, rigidez articular, hinchazón, reducción de la movilidad articular, etc.).
¿A quién debo dirigirme en caso de dolor externo de rodilla?
El dolor externo de rodilla y sus causas son competencia del médico ortopédico, es decir, del médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las patologías que pueden afectar al sistema musculoesquelético.
Diagnóstico
Cuando se trata de diagnosticar el dolor externo de rodilla, el tema de discusión es claramente la identificación del desencadenante, es decir, el origen de la sensación dolorosa.
A excepción de los casos clínicamente menos graves (para los que no siempre es necesario consultar a un médico traumatologo), las investigaciones para determinar los motivos de un dolor externo de rodilla molesto comienzan con una investigación de los síntomas asociados y una exploración física exhaustiva, durante la cual el médico que realiza el diagnóstico lleva a cabo maniobras manuales específicas (por ejemplo, la prueba del cajón anterior, la prueba de Apley, etc.).
La investigación continúa con una anamnesis exhaustiva y termina, en la mayoría de los casos, con el diagnóstico por imagen, concretamente con una resonancia magnética de la rodilla.
Terapia
Muchos episodios de dolor externo de rodilla se benefician de una terapia conservadora que puede llevarse a cabo fácilmente en casa, basada en:
- Descansa de todas las actividades que favorezcan la sensación de dolor (reposo funcional).
- En general, las actividades que resultan perjudiciales para quienes padecen dolor externo de rodilla son caminar largas distancias, correr, saltar, etc;
- Aplicación de hielo en la parte exterior de la rodilla.
- El hielo tiene un poder analgésico y antiinflamatorio que mucha gente subestima.
- Por regla general, si hay dolor en la parte externa de la rodilla, los médicos recomiendan aplicar hielo 4-5 veces al día, durante al menos 15-20 minutos en una compresa;
- Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
- Debido a su poder antiinflamatorio, los AINE alivian la sensación de dolor;
- Aplicar un vendaje elástico de compresión alrededor de la rodilla.
- El uso de una ortesis o, una banda de compresión elástica sirve para mitigar cualquier hinchazón y cualquier sensación de inestabilidad en la rodilla;
- Elevación de las extremidades inferiores.
- Mantener la extremidad inferior elevada reduce el flujo sanguíneo a la rodilla; un menor flujo sanguíneo a una rodilla dolorosa alivia el dolor y ayuda a resolver cualquier hinchazón.
¿Qué hacer si falla la terapia conservadora?
Si el dolor en la parte externa de la rodilla persiste a pesar de la terapia conservadora anterior, el médico indicará tratamientos, leves o significativos (según la circunstancia), más invasivos, entre ellos
- La inyección localizada de corticoides.
- Los corticosteroides son fármacos antiinflamatorios muy eficaces, pero pagan su poder terapéutico con varios efectos secundarios, algunos de ellos muy desagradables.
- En presencia de dolor interno de rodilla, los corticoides se utilizan cuando los métodos antiinflamatorios y analgésicos tradicionales (hielo y AINE) han resultado ineficaces;
- El uso de una rodillera.
- La férula se utiliza para dar estabilidad a la articulación.
- Su uso es necesario cuando, a pesar del reposo y la compresión de la articulación, persisten la inestabilidad y la inflamación de la rodilla;
- Fisioterapia.
- Imprescindible para cuando el dolor en la rodilla externa y los síntomas asociados no se ven afectados por el reposo, la fisioterapia incluye ejercicios propioceptivos y de fortalecimiento y estiramiento de todos los músculos del miembro inferior que sufre; en particular, es importante fortalecer los músculos del compartimento anterior del muslo (cuádriceps femoral).
- Infiltración de ácido hialurónico.
- El ácido hialurónico es un fluido denso, similar, también en cuanto a su composición, al líquido sinovial, es decir, el fluido que sirve para lubricar las articulaciones, como las de la rodilla, la cadera, etc., y proteger el cartílago.
- Según numerosos estudios científicos, las infiltraciones de ácido hialurónico en una rodilla dolorosa tendrían un efecto analgésico, promoverían la formación de condrocitos (las células del cartílago articular) y mejorarían la movilidad articular.
- Hay que tener en cuenta que el efecto de una sola infiltración de ácido hialurónico suele durar unos 6 meses.
- Trasplante de células madre mesenquimales.
- Aisladas de la grasa corporal del mismo paciente (de ahí el uso del término «trasplante»), las células madre mesenquimales han demostrado tener propiedades regenerativas en relación con el cartílago articular desgastado.
- El trasplante de células madre mesenquimales es una técnica innovadora de la medicina regenerativa, que por el momento parece garantizar resultados reconfortantes.
- El drenaje del exceso de líquido (artrocentesis terapéutica).
- Consiste en introducir una aguja especial en el interior de la rodilla que sufre (precisamente donde se encuentra la hinchazón) y succionar.
- A menudo, a la aspiración, el médico acompaña la inyección de un medicamento antiinflamatorio perteneciente a la categoría de los corticosteroides y/o la inyección de un ácido hialurónico.
- La cirugía.
- Esta es la solución más invasiva de todas, aunque -es importante señalar- hoy las técnicas operatorias son mucho menos cruentas que en el pasado.
- La cirugía se convierte en la única opción viable cuando no sólo los tratamientos conservadores sino también los que acabamos de mencionar (corticoides, rodillera, etc.) han resultado ineficaces.
Cómo afecta la causa del dolor externo de rodilla a la terapia
En el tratamiento terapéutico del dolor externo de rodilla, la causa del dolor es importante porque:
- Afecta a la duración de la terapia conservadora.
- Afecta a la probabilidad de éxito de la terapia conservadora.
- Es la base para planificar cualquier fisioterapia.
De forma similar al caso anterior, es el elemento en el que se basa la planificación de una posible intervención quirúrgica.
Pronóstico
El pronóstico en presencia de dolor externo de rodilla depende de la causa del dolor. Si la causa es clínicamente insignificante (por ejemplo, contusión), el dolor externo de rodilla se resuelve rápidamente; por el contrario, si la causa es clínicamente importante (por ejemplo, rotura del menisco lateral), el dolor externo de rodilla puede desaparecer sólo después de varias semanas de tratamiento o, en presencia de una enfermedad incurable como la artrosis de rodilla, puede no desaparecer nunca.
Importancia del tratamiento precoz
Por regla general, cuando el tratamiento es oportuno, el manejo terapéutico del dolor externo de rodilla tiene más probabilidades de éxito que cuando hay un retraso en el tratamiento.
Artículos Relacionados
Visita Nuestras redes
La información contenida en este sitio se presenta únicamente con fines informativos, en ningún caso pueden constituir la formulación de un diagnóstico o la prescripción de un tratamiento, y no pretenden ni deben en modo alguno sustituir la relación directa médico-paciente o la visita al especialista .
Te recomendamos buscar siempre el consejo de un médico y / o especialistas con respecto a cualquier indicación reportada. Si tienes alguna duda o pregunta sobre el uso de un medicamento, debes comunicarte con tu médico. Lee el descargo de responsabilidad »