Tendinitis Rotuliana: qué es, causas, síntomas, diagnostico y tratamiento

La inflamación del tendón rotuliano es un dolor de rodilla también conocido como tendinitis rotuliana, o rodilla de saltador.

Muy común en el deporte y entre los camioneros y conductores de carretillas, la inflamación del tendón rotuliano es una condición de sobrecarga funcional que resulta de la repetición exagerada de un movimiento explosivo de extensión con la rodilla.

La inflamación del tendón rotuliano suele ser la responsable de los síntomas locales (es decir, de la rodilla), como el dolor, las molestias, la rigidez articular y la hinchazón.

Normalmente, la exploración objetiva y los antecedentes son suficientes para diagnosticar la inflamación del tendón rotuliano; sin embargo, a veces también son necesarias las pruebas de imagen.

La inflamación del tendón rotuliano suele tratarse de forma conservadora; la cirugía sólo está indicada en casos extremos.

¿Qué es la inflamación del tendón rotuliano?

La inflamación del tendón rotuliano es el sufrimiento del sistema musculoesquelético también conocido como tendinitis rotuliana, o rodilla de saltador. La inflamación del tendón rotuliano es un tipo de tendinitis de la rodilla, al igual que la tendinitis del cuádriceps y la tendinitis poplítea.

La inflamación del tendón rotuliano es, con mucho, el tipo más común de tendinitis de los isquiotibiales.

El tendón rotuliano: una breve revisión de la anatomía y la fisiología

Para comprender plenamente la información contenida en este artículo sobre la inflamación del tendón rotuliano, es esencial conocer, al menos a grandes rasgos, la anatomía y la fisiología del tendón rotuliano.

El tendón rotuliano, o ligamento rotuliano, es la banda de tejido conectivo fibroso que conecta la parte inferior de la rótula con la prominencia característica presente en la cara anterior del extremo distal de la tibia y que se denomina tuberosidad tibial.

Componente estructural fundamental de la articulación de la rodilla, el tendón rotuliano tiene la peculiaridad de estar en continuidad con el complejo tendinoso que conecta el músculo cuádriceps femoral con la parte superior de la rótula.

Plano, ancho y con una longitud media de unos 4,5 centímetros, el tendón rotuliano tiene la misión de mantener la rótula en la posición correcta y de sostener el músculo cuádriceps femoral en la acción de extensión de la rodilla.

Causas

¿Cuáles son las causas de la inflamación del tendón rotuliano?

La inflamación del tendón rotuliano es una enfermedad de sobrecarga funcional, que surge por la repetición exagerada, con la rodilla, de un movimiento de extensión explosivo.

El movimiento de extensión de la rodilla es el movimiento articular con el que el ser humano endereza la extremidad inferior; adquiere las características del movimiento explosivo durante las actividades motrices como la carrera y, sobre todo, el salto y el brinco.

¿Quiénes son los que más sufren la inflamación del tendón rotuliano?

La inflamación del tendón rotuliano puede afectar a cualquier persona; sin embargo, las estadísticas muestran que esta molesta tendinitis de la rodilla es especialmente frecuente entre:

Deportistas

Los que practican deportes en los que se esperan cambios bruscos de dirección al correr, saltar y brincar (por ejemplo, voleibol, baloncesto, fútbol, atletismo, etc.). La especial incidencia de la inflamación del tendón rotuliano en esta categoría de personas explica que la tendinitis rotuliana se denomine también rodilla de saltador.

Conductores

Personas que trabajan como conductores de camiones o de carretillas elevadoras. Las personas que trabajan en estos puestos someten el tendón rotuliano a una tensión cada vez que accionan los pedales que controlan el vehículo.

Factores de riesgo de la inflamación del tendón rotuliano

Los factores de riesgo de la tendinitis de rodilla son

  • La práctica de deportes en los que se corre con cambios de dirección y frenadas bruscas, saltos, brincos y flexiones de piernas.
  • La práctica de trabajos que implican movimientos que tensionan el tendón rotuliano (por ejemplo: conductor de camión o de carretilla elevadora).
  • El uso de calzado inadecuado.
  • Falta de tono en los músculos de los muslos.
  • Falta de flexibilidad de la articulación (puede deberse a la edad avanzada o al estilo de vida sedentario).
  • La ausencia de alineación fisiológica entre la rótula, la pierna, el tobillo y el pie (por ejemplo, el valgo).
  • Dismetría de los miembros inferiores.
  • Sobrepeso/obesidad.
  • La presencia de enfermedades crónicas que perjudican la salud de los tendones (por ejemplo, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, insuficiencia renal y diabetes).
  • Infiltración repetida de corticoides (si se utilizan de forma inadecuada, estos fármacos debilitan los tendones).

Inflamación del tendón rotuliano en los jóvenes

Por razones que dependen del crecimiento, los jóvenes pueden sufrir dos formas particulares de inflamación del tendón rotuliano: la llamada enfermedad de Osgood-Schlatter y la enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson.

La enfermedad de Osgood-Schlatter se debe a un mecanismo anormal de tracción del tendón rotuliano hacia la tuberosidad tibial, asociado a una inmadurez de ésta; esta afección se caracteriza por un sufrimiento no sólo del tendón rotuliano, sino también (y sobre todo) de la tuberosidad tibial (ya que está sometida a continuos «tirones» sólo por el tendón rotuliano).

La enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson, en cambio, se asocia a fenómenos de estrés que actúan sobre la porción del tendón rotuliano conectada a la parte inferior de la rótula.

La enfermedad de Osgood-Schlatter y la enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson son el resultado de un desequilibrio entre el crecimiento esquelético (más rápido) y el crecimiento musculoesquelético (más lento).

Sintomas y complicaciones

¿Cuáles son los síntomas de la inflamación del tendón rotuliano?

Los síntomas más comunes de la inflamación del tendón rotuliano son:

  • Dolor y sensación de molestia justo debajo de la rótula, exactamente por donde pasa el propio tendón rotuliano.
  • Rigidez de la rodilla.
  • Rodilla hinchada.

Etapas de la inflamación del tendón rotuliano

Las características del dolor justo debajo de la rótula es el parámetro por el que los expertos clasifican la gravedad de la inflamación del tendón rotuliano; entrando en más detalles:

  • Cuando el dolor bajo la rótula aparece sólo al final del ejercicio, la inflamación del tendón rotuliano está en sus primeras fases; en estas coyunturas, también se habla de tendinitis rotuliana en fase I.
  • Si el dolor bajo la rótula se produce durante y después del ejercicio, pero no dificulta el ejercicio, la inflamación del tendón rotuliano se encuentra en una fase intermedia, en cuyo caso también se denomina tendinitis rotuliana en fase II.
  • Si el dolor bajo la rótula es tal que impide el ejercicio físico y dificulta las actividades cotidianas (por ejemplo, subir escaleras, conducir un coche, etc.), la inflamación del tendón rotuliano se encuentra en una fase avanzada; en tales situaciones se habla también de tendinitis rotuliana en fase III.

Además de la inflamación del tendón rotuliano en estadio III, se produce un desgarro de la estructura del tendón, que es la complicación más grave y temida de la tendinitis rotuliana.

¿Cuándo hay que buscar atención médica?

Si se sospecha que hay dolor, molestias y/o molestias debajo de la rótula, deja inmediatamente cualquier actividad física que pueda provocar una inflamación del tendón rotuliano y busca inmediatamente atención médica para un examen de seguimiento.

Complicaciones

En ausencia de un tratamiento adecuado y si el paciente sigue haciendo ejercicio a pesar del dolor, la inflamación del tendón rotuliano puede dar lugar a complicaciones. En particular, en estas circunstancias, el estado inflamatorio puede empeorar hasta el punto de dañar el tendón rotuliano o incluso provocar su rotura.

Cuando la inflamación del tendón rotuliano provoca complicaciones, es más difícil de tratar y puede requerir cirugía.

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, una exploración física completa y un historial médico detallado son suficientes para diagnosticar la inflamación del tendón rotuliano.

Sin embargo, si estas investigaciones no son suficientes para establecer el cuadro clínico preciso, es necesario recurrir a pruebas de imagen, como:

  • Ecografía músculo-tendinosa. Esto nos permite analizar el estado de salud del tendón rotuliano que sufre.
  • Resonancia magnética. Permite una visión precisa de cada componente de la articulación de la rodilla.
  • Rayos X. Se utilizan si el médico que diagnostica sospecha algún problema óseo relacionado con la inflamación del tendón rotuliano.

Examen objetivo

Durante la exploración objetiva que sirve para identificar la inflamación del tendón rotuliano, el médico palpa la rodilla del paciente en los puntos que son significativos para el diagnóstico; también pide al paciente que realice, con la rodilla dolorida, movimientos específicos que, en el caso de la tendinitis rotuliana, evocarían dolor (la presencia de dolor al realizar estos movimientos es, por tanto, una señal de alarma).

Anamnesis

En el proceso que lleva al diagnóstico de la inflamación del tendón rotuliano, la anamnesis permite establecer las causas y los factores que llevaron a la aparición de la inflamación.
El conocimiento de las causas y los factores de riesgo de la tendinitis rotuliana es importante a la hora de planificar la terapia.

Terapia

¿Cuál es el tratamiento de primera línea de la inflamación del tendón rotuliano?

En general, el tratamiento de la inflamación del tendón rotuliano consiste en un tratamiento conservador, basado en:

Descansa el miembro inferior dolorido.

En términos prácticos, descansar el miembro inferior dolorido significa que el paciente debe suspender completamente la actividad responsable de la inflamación del tendón rotuliano y evitar cualquier práctica relacionada.

La duración del reposo varía de un caso a otro, según la gravedad del estado inflamatorio; ciertamente, un indicador importante de los beneficios del reposo es la ausencia total de dolor durante los movimientos con la rodilla que antes eran dolorosos;

La aplicación de hielo en la zona dolorida.

Si se utiliza de forma correcta, el hielo tiene un increíble poder antiinflamatorio y analgésico, especialmente al principio de una inflamación del tendón rotuliano.

En general, las indicaciones para su uso son: 4-5 compresas al día sobre la zona dolorosa (bajo la rótula, en este caso) durante 15-20 minutos cada una (las aplicaciones más cortas o más largas son ineficaces);
La aplicación de un vendaje de compresión alrededor de la rodilla. El vendaje de compresión alivia el dolor y acelera la curación;

Tomar un antiinflamatorio no esteroideo o paracetamol.

El uso de estos fármacos está indicado para calmar el estado inflamatorio y los síntomas dolorosos.
Entre los AINE, el más utilizado por quienes sufren inflamación del tendón rotuliano es el ibuprofeno;
Inyección local de corticoides. Los corticoesteroides son una alternativa a los antiflamatoriy al paracetamol cuando estos últimos son ineficaces y los síntomas persisten.

El uso de corticoesteroides en el manejo terapéutico de la inflamación del tendón rotuliano es poco frecuente, debido a los posibles efectos secundarios relacionados con el uso de los fármacos en cuestión.
Hay que recordar que los corticoides deben tomarse con prescripción médica;

Ejercicios de fisioterapia.

La fisioterapia para quienes padecen una inflamación del tendón rotuliano proporciona ejercicios propioceptivos y de estiramiento y fortalecimiento de los músculos del miembro inferior que la padece.
Para saber en qué consisten exactamente estos ejercicios, es conveniente consultar a un experto en la materia que tenga experiencia en problemas del tendón rotuliano y de la rodilla en general.

A veces, a estos tratamientos conservadores, el médico puede añadir terapias instrumentales como: ultrasonidos, tecarterapia, iontoforesis y/o TENS (acrónimo de Transcutaneous Nervous Electrical Stimulation).

Cirugía: ¿cuándo se puede utilizar?

En general, la inflamación del tendón rotuliano no requiere cirugía. Sin embargo, si los síntomas persisten durante meses a pesar del tratamiento conservador descrito anteriormente, o si la afección ha evolucionado hacia una lesión del tendón rotuliano o, peor aún, hacia la rotura, la cirugía se convierte en una opción de tratamiento viable.

Para los episodios de inflamación del tendón rotuliano que requieren cirugía, la técnica operatoria utilizada actualmente es la artroscopia.

Prevención

La prevención de la inflamación del tendón rotuliano se basa en:

  • No te excedas en la práctica de actividades deportivas de riesgo.
  • Cuando te acerques por primera vez a una actividad deportiva de riesgo, hazte seguir por un experto del sector, para aprender la técnica correcta para realizar todos los movimientos previstos.
  • Realiza un correcto calentamiento muscular antes de iniciar cualquier actividad deportiva relacionada con la tendinitis rotuliana.
  • Realiza pausas durante las actividades laborales o los pasatiempos que someten a los miembros inferiores a un gran esfuerzo.
  • Equípate con material de calidad para la práctica de actividades deportivas de riesgo.
  • Evita el uso de corticoesteroides a menos que sea estrictamente necesario y en ausencia de una prescripción médica.
  • Lleva un calzado cómodo.

En el deporte, la prevención de la inflamación del tendón rotuliano se basa en: el descanso programado, la dosificación de la carga de trabajo y la variación del entrenamiento.

Cómo evitar el agravamiento de la inflamación del tendón rotuliano

Para evitar que la inflamación del tendón rotuliano empeore, es fundamental interrumpir inmediatamente cualquier actividad que provoque dolor, incluso si el dolor es soportable o controlable con antiflamatorios o una rodillera rotuliana.

Pronóstico

El pronóstico de la inflamación del tendón rotuliano varía en función de la gravedad de la afección inflamatoria y del momento del tratamiento.

En general, la recuperación de una inflamación del tendón rotuliano de leve a moderada (la mayoría de los casos) puede llevar de 1 a 3 semanas; la recuperación de una inflamación del tendón rotuliano que requiera cirugía puede llevar hasta 6 u 8 meses.

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Mario Guzmán López
Redactor Freelance con 7 años de experiencia. Especializado en salud y nutrición.